miércoles, 27 de julio de 2016

Maldito cielo o el infierno en casa.


Por: Manuel Hernández-Samperio.

Nueva Jersey, década de los años 90, Jim (Keith Poulson) y Lucy (Deragh Campbell) dirigen una casa de rehabilitación para gente con problemas de adicción a las drogas. La vida en ese lugar se lleva en paz gracias a las reglas que tienen y a que cada persona pone de su parte para evitar tener recaídas y apoyar a los demás.

La vida dentro de la casa comienza a desestabilizarse con la llegada de Ann, una mujer que fue amante de uno de los internos. Poco a poco, como si fuera un efecto dominó, una acción tendrá repercusiones en el resto del grupo y así sucesivamente hasta llegar a situaciones irreversibles.

Maldito cielo tiene una mezcla de situaciones que llevan al espectador a un grado de tensión provocado, en buena medida, por lo salvaje o realista de las imágenes. La trama tiene la capacidad de mezclar la realidad con la irrealidad, todo a través de las representaciones que los habitantes de la casa llevan a cabo con respecto a los momentos más traumáticos de sus vidas, así, el director, Nathan Silver, combina las representaciones y el momento presente de una forma que sorprenderá en más de una ocasión al espectador.

Hay otros aspectos técnicos que evidencian un buen manejo de la historia, el formato de pantalla en 3:4 (cuadrado en lugar de rectangular) que evoca a la época en que está situada, apoyado con una iluminación que tiene a los amarillos y que da la sensación de avejentar las imágenes. Por otro lado el uso que se le da a la cámara, con planos cerrados, jugando del medium shot al close up y con los movimientos de la misma, que le imponen un ritmo a la historia en donde en las situaciones de mayor crisis se nota un mayor movimiento, mientras la cámara está casi quieta cuando han sido superadas o se cuenta con un descanso dentro de la cinta.

Las actuaciones son interesantes, entre las especificaciones de las reseñas sobre esta cinta, se dice que no hubo un guión y se prefirió la improvisación, dando como resultado que la cinta sea parecido a un tobogán de emociones, una vez que inician suben y bajan y aunque muchos de los personajes parecen tener reacciones o emociones similares, la forma en que tratan de resolver las situaciones que presentadas difiere un poco.


Maldito cielo es una cinta con elementos destacables, especialmente en la temática, después de verla el espectador llegará a la pregunta de si es posible una rehabilitación o más aún, si después de las drogas hay algo por lo que vivir, o en palabras de un personaje, es mejor honrar la manera en que han vivido sus vidas.

Maldito Cielo, Nathan Silver, Estados Unidos, 2015, 70 min. Con: Deagh Campbell, Keith Poulson, Hannah Gross, et. al. 


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