viernes, 15 de julio de 2016

En busca de un ídolo. Life.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

Sin duda alguna la figura de James Dean se conviritió en el ícono de una generación que buscaba romper con lo ya establecido y a partir de ahí comerse al mundo con una serie de revoluciones que incluían entre ellas la liberación femenina y constantes pronunciamientos por la paz. Fue un estandarte para aquellos que por pensar distinto a sus padres fueron catalogados como Rebeldes sin causa. Su muerte, prematura para muchos, sólo ayudó a acrecentar el mito y el paso del tiempo se encargó de convertirlo en una leyenda, de la que pocas veces se ha hablado en el cine, Life es una de esas excepciones.

La cinta en cuestión se centra en el momento en que James Dean conoció a Dennis Stock, un fotógrafo que buscaba hacerse de renombre. Dicho encuentro se dio poco tiempo antes del estreno de Al este del paraíso, el fotógrafo argumentaba que veía en Dean una cualidad (sin saber cuál) y auguraba que en poco tiempo se convertiría en una estrella, a pesar de las negativas de su editor logra la autorización de la revista LIFE para hacer un fotorreportaje que tendría como protagonista al joven actor.

En la búsqueda de una sesión fotográfica que sea capaz de mostrar a un James Dean en su forma más natural, se embarcarán en un viaje que irá desde Nueva York hasta Indiana, en donde poco a poco se irán descubriendo las manías, vida y forma de ser de quien a la postre se convertiría en ícono de su generación; trabajo que por su parte, ayudaría a Stock a convertirse en un referente de la fotografía algunos años después.

Life es una biopic bien planteada, sabe lo que quiere contar y tiene una manera interesante de hacerlo: está centrada en el encuentro de estos dos artistas y el viaje que se derivó de ello, no busca ir más allá en la vida de Dean y sin embargo lo logra, tampoco parece tener pretenciones de centrarse en la vida de Stock y también nos presenta el caos en el que estaba inmerso en ese momento, todo esto sin perder de vista el eje principal.

Ahora bien, el guión bien estructurado sobre la anécdota se acompaña de otros elementos que ayudan y a la vez juegan en contra del objetivo. Comencemos por las actuaciones, en ellas encontramos a un Robert Pattinson en un papel que implica un trabajo de caracterización y mayor seriedad de la que ha mostrado en anteriores trabajos, podemos decir que en algunas ocasiones lo logra y en otras tantas se siente un poco acartonado y no logra transmitir las crisis o soledad que atraviesa su personaje en diferentes momentos.

Por su parte Dane Dehaan hace un papel muy interesante por contradictorio, si bien en buena parte de la cinta su aspecto es muy parecido al del verdadero Dean y en su actuar refleja un espíritu rebelde, un tanto desenfadado y hasta gracioso, conforme va avanzando el relato se vuelve cansado verlo a cuadro, su caracterización se complementa de un vestuario y maquillaje bien hechos.

Retomando el punto de la caracterización, hay en la película un trabajo exhaustivo que logra llevar al espectador a la década de los 50, todo esto a través del vestuario, la ambientación (que incluye una buena cantidad de autos) y demás objetos utilizados durante la historia, aunque hay algunos escenarios que al mirarlos a detalle se evidencia son un set, en ellos se logra ver que hay un esfuerzo por recuperar el aspecto de los años en cuestión.

La fotografía es otro elemento que juega en favor de la historia, en todo momento se nota una intención de influir en las situaciones por las que atraviesan los personajes y generando algunos encuandres para hacer lucir la caracterízación de los personajes y la ambientación de los escenarios. Esto se complementa con un buen manejo de cámara y una serie de composiciones a cuadro que reflejan la experiencia que tiene el director como fotógrafo, hay un buen uso del espacio y de la profundidad de campo.

La película tiene buen ritmo, la inclusión de la literatura y otras artes le van aportanto descansos a las actuaciones de los personajes principales y a la vez contextualizan la psicología de Dean, es así como vamos descubriendo sus pasiones y gustos.

Life es una película que vale la pena ver por la importancia histórica que tuvo su personaje principal, más allá de los pequeños problemas que pueden representar las actuaciones, tiene gran belleza en la composición de imágenes y la ambientación de los escenarios, es una historia que merece ser conocida, el metacine se encuentra con una historia bien planteada y bien contada.

Life de Anton Corbijn, Canadá-Reino Unido-Estados Unidos-Alemania-Australia, 2015, 110 min. Con: Robert Pattinson, Dane Dehaan, Joel Edgerton, et. al. 

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