domingo, 24 de julio de 2016

El cuarto prohibido, la película incomprendida

 Por: Omar Ortiz Cobos

El Foro Internacional de la Cineteca nació como un espacio para la proyección de películas que difícilmente serian exhibidas en otras sedes cinematográficasLa programación del Foro debe caracterizarse por la presencia de óperas primas, documentales y cine de vanguardiajustamente, El cuarto prohibido es una de esas películas de cine experimental donde el discurso audiovisual es sumamente importante.

Una película empieza desde los créditos iniciales, es decir, desde los logotipos de las instituciones o empresas que financiaron la película pues éstos dicen mucho sobre el tipo de película que estamos a punto de ver. Quienes sean puntuales y muy atentos verán que El cuarto prohibido está precedida por el logotipo de Interior XIII, empresa que se caracteriza por adquirir los derechos de exhibición de películas de vanguardia, alejados de las narrativas del cine convencional, mal llamado cine “no comercial ya que en realidad todo el cine busca ganancias económicas.

Tras el logo de la empresa distribuidora sigue una secuencia vintage de créditos iniciales alucinante: mezcla de varios diseños de créditos de cine antiguo acompañados del clásico sonido de viejos proyectores cinematográficos y después aparece Marv, un ancian o en bata de baño, saludándonos, hablándonos frente a la cámara como su de un actual documental se tratara pero en tonos sepia, asemejando una vieja película, y con estos elementos es posible augurar que estamos frente a una película totalmente diferente.

“Historias dentro de historias que vuelven otra vez” se lee al respecto de esta película en el programa de mano que tiene a bien editar la Cineteca Nacional, es decir, no es una narrativa lineal por lo que es importante no perder de vista este detalle y así no perder el hilo conductor de la película que, a decir verdad, no es tan compleja como aparenta ser. Visto desde esta perspectiva siento pena ajena por varios, autodenominados, “críticos de cine” que decidieron retirarse a mitad de la función de prensa.

Seguramente usted encontrara textos o programas de radio o televisión en los que tachen, si es que no se autocensuran, a El cuarto prohibido como una película aburrida, sin sentido y tal vez difícil de ver. Sin embargo, ¡cuán equivocados están! La verdad es que hasta cierto punto parece una película absurda, sobre todo por la inverosimilitud de sus historias y las, aparentemente nulas, interpretaciones de sus actores, pero quién nos dice que esto no es así con una clara intensión.

Mientras escribo estas líneas reflexiono en películas con características similares y que hayan causado una reacción parecida en el público o la “critica” y sólo pienso a aquellas que ahora se les denomina “Cine de Culto”, es decir, El cuarto prohibido tiene todas las características para entrar en ese selecto grupo de películas, pero eso es algo que sólo sus fans y el paso del tiempo lo dirán.

El cuarto prohibido, Guy Maddin, Evan Jonhson, Canada, 2015, 130 min. Con: Mathieu Almaric, Geraldine Chaplin, Charlotte Rampling, et. al. 


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