viernes, 17 de junio de 2016

De cuando se desarrolla el amor maternal. Amor por encargo.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

¿Es el insitinto materno algo con el que se nace? ¿Puede una persona desarrollar ese interés por ser padre de un momento a otro? Mientras la ciencia sigue confrontando hipótesis y teorías, Amor por encargo nos propone una historia en donde la paternidad, la amistad y el amor son los ingredientes principales en una divertida comedia.

Ange Pagani es un arquitecto que a su edad madura se resiste a casarse o al menos a tener una relación formal, su vida agitada se ve sacudida cuando a su vida llega Gabrielle, una mujer desconocida que le reclama por el embarazo de su hija, sin embargo, Ange niega conocerla y entre los reclamos de Gabrielle sale a relucir el nombre de Sam, quien ha sido el autor del embarazo y que aparentemente es el hijo de Ange.

Ante la insistencia de la mujer, Ange se decide a buscar a Sam y trata de convencerlo para que se haga cargo del bebé, tras conocer la historia del muchacho da por cerrado el asunto con Gabrielle, sin embargo, hay algo en ella que le atrae, pero cualquier intento de relación entre ellos dos parece estar destinado al fracaso, por lo que deciden dejar las cosas por la paz, pero a la llegada del bebé las cosas cambiarán en la vida de todos, dejando como consecuencia algunos giros que los llevarán por aventuras y a un destino que probablemente no habían imaginado.

Esta comedia romántica, dirigida por Anne Giafferi, está plagada de contrastes, situación en donde se apoya en buena medida el humor empleado a lo largo del guión. El primer ejemplos son los personajes principales, quienes son diametralmente distintos, mientras Pagani, el arquitecto, es un mujeriego que a los ojos de Gabrielle es un egoísta por sólo pensar en él, ella es una mujer de familia que se preocupa por su hija y posteriormente por su nieta. 


Una situación similar se puede ver en la pareja más joven, Sam, el supuesto hijo del Pagani, es alguien interesado en acabar sus estudios dmaestría, mientras la madre de su hija es una adolescente a la que parece no importarle su futuro, se puede ver en ella, en un principio cierta indiferencia respecto a la vida, reflejo acaso de una juventud que parece ensimismada, no sólo en Francia, lugar en donde se desarrolla la historia, sino a nivel mundial: se embarazó simplemente porque tenía ganas de tener algo hecho por ella misma.

Esta buena definición de los personajes logrará que conforme se vayan relacionando se den situaciones muy divertidas, ha de mencionarse que el humor no es muy sofisticado, en ocasiones se recurre a la técnica del slapstick (pastelazo, desarrollada en los tiempos del cine mudo con Chaplin y Keaton) y en otras más se vuelve un tanto predecible y a pesar de eso logra provocar las risas en el público.

El guión tiene algunos detalles, pues no termina por plantear en su totalidad alguna de los conflictos que plantea: por un lado los padres de los muchachos, por otro la relación de los muchachos y un tercero aparece con la posible paternidad de Pagani con Sam y la forma en la que se relacionan. El tener estos conflictos no permite que exploten como deberían todas las psicologías, presentándonos una historia que deja la sensación de que algo le falta, desembocando, inevitamblemente en una resolución un tanto acelerada, dando como resultado la ausencia de algunos elementos, la madre de Sam a quien sólo se hace un par de referencias pero de quien no se sabe nada, es un ejemplo de ello.


Las actuaciones que realizan, específicamente la pareja protagonista conformada por Patrick Bruel e Isabelle Carré, son muy buenas, la relación que se va desarrollando entre ellos está bien lograda en buena medida por lo bien caracterizados que se encuentran los personajes.

Técnicamente la película es buena, cuenta con una buena fotografía y el ritmo que alcanza gracias a la edición también es bueno, aunque, como ya se mencionó, la falta de profundidad en algunas situaciones o personajes, deja la sensación de que la historia ha ido demasiado rápido.

Amor por encargo es una cinta que propone una serie de enredos que terminan por se divertidos, si bien no es una película en donde se profundice demasiado con respecto a los sentimientos y problemas que enfrenta la gente,  es una historia que se disfruta.

Amor por encargo de Amme Giafferi, Francia, 2015, 91 min. Con: Patrick Bruel, Isabelle Carré, Alice de Lencquesaing, et. al. 


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