viernes, 19 de febrero de 2016

¿Qué hacer y cómo hacer para... Seguir viviendo?

Por: Manuel Hernández.

Las luchas sociales en un México que se convulsiona todos los días, cuyas heridas se niegan a cerrar, más aún se hacen cada día más grandes y en una sociedad en la que parece que "mientras a mí no me lo hagan, no me importa" han sido un caldo de cultivo para las expresiones artísticas, incluido el cine. En esta ocasión para hablarnos de un tema que viene aquejando al país desde hace más de 15 años: las muertas de Juarez. 

Caleb y Jade son dos niños huérfanos que viven con su abuela, el único familiar directo que les queda, sin embargo, es una activista que busca se esclarezca la muerte de su hija (y madre de sus nietos) y se le haga justicia. 

Martha es una periodista que intenta salir de Ciudad Juárez para dejar atrás los recuerdos por la muerte de su hijo en un accidente automovilístico. La historia explota cuando la abuela sufre un atentado y los niños, amenazados de muerte, no tienen a dónde ir. Martha aparece, como la unica salida para llegar a un lugar en donde puedan estar seguros. A partir de aquí, la relación que se comenzará a gestar entre ellos tendrá que sortear distintos problemas, tanto de carácter como de los recuerdos, mientras esperan que su abuela se salve. 

A manera de road movie, la pelícual hace ciertos cuestionamientos incómodos sobre un tema que hoy en día tiene mucha vigencia: no sólo la violencia sino todos los huérfanos que va dejando y la forma en que deben enfrentar esta situación y encontrar una manera de salir adelante. La mujer por su parte, desarrolla empatía con los niños, por esa soledad que la persigue desde tiempo atrás. Encuentra, de cierta manera, un pretexto para realizar ciertas catársis con respecto a sus propios miedos. 

La historia nos muestra como protagonista a Martha, en quien se enfoca la cámara las más de las veces, interpretada de buena forma por Nora Huerta, reconocida, dicho sea de paso, con el Ariel como actriz revelación por este trabajo. Hay que destacar también, que la película parte de un suceso de la vida real, por lo cual comparte ciertas señas con el cine documental, género en el que se había desenvuelto la directora previamente (Bajo Juarez y Agnus Dei). 
Los personajes hacen buenas actuaciones, es grato saber que los niños fueron sus propios intérpretes y no desmerecen en lo mínimo. La participación de Tito Vasconcelos también es memorable, llevando la temática del travestismo a la pantalla. El guión plantea algunas situaciones que suelen ser comunes y que convierten la historia, algunos de los diálogos en el inicio se sienten un tanto forzados, sin embargo, esta situación va quedando de lado conforme avanza la historia, en función de la historia. 

En general Seguir Viviendo plantea una historia que merece ser contada, si bien sabemos las reacciones que tendrán los personajes en su curva de evolución, se debe aplaudir el esfuerzo por llevar a la pantalla este tipo de temáticas rodeadas de violencia, sin mostrarla y más aún demostrando que hay heridas que por más que pasen los años será difícil curarlas, pero a pesar de todo es necesario seguir viviendo. 


Seguir Viviendo de Alejandra Sánchez, México, 2014, 81 min. Con Nora Huerta, Tito Vasconcelos, Moisés Arizmendi, et. Al.



No hay comentarios:

Publicar un comentario