miércoles, 17 de febrero de 2016

La violencia y la memoria. Casi Paraíso.

Por: Manuel Hernández.

Un mexicano viviendo en Alemania olvida, o pierde una maleta con grabaciones de sus antepasados, un africano parece querer extorsionarlo para devolverle sus pertenencias, el malentendido se aclarará después, y poco a poco iremos viendo que lo que contenia esa bolsa eran algunos vídeos de los antepasados y con ello un sinfín de historias.

Estos videos, junto con algunas historias más intentarán explicar el porqué de su estancia en Alemania, algunas cuestiones políticas y sociales, tanto de la historia como del aspecto actual mexicanos. 

La película, que desarrolla un juego entre lo documental y la ficción, intenta hacer un homenaje a la memoria, no sólo de sus antepasados, sino también a la de algunos procesos político-sociales en Cuba y México principalmente. Esto con una narrativa en donde la impera la voz en off, que llevará al espectador por diversos lugares, desde La Habana hasta Alemania, pasando previamente por el Zócalo de la Ciudad de México o la Basílica de Guadapule, terminando por decir nada y enredándose en su misma historia. 
Lo relevante, quizá es el rescate de cintas en 8 mm, en donde se revela parte de la historia del personaje principal, (aparentemente el mismo director) y el uso de la memoria para intentar explicar el porqué se vive en otro país, alguna referencia a lo acaecido en Ayotzinapa será un guiño a la actualidad y a la constante violencia que vivimos, sin profundizar en el tema. 

Casi Paraíso, en general, navega sin un rumbo fijo, sin una narrativa o historia clara, que bien muestra la muerte de algunas personas, el nacimiento de otras y partes de la historia que todos conocemos, sin llegar, en esta infinidad de temáticas, a una idea concisa de lo que se quiere comunicar.

Casi paraíso de Pablo Narezo, México-Alemania, 2016, 56 min. 

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