Las películas de Tarantino son sin duda, garantía de sangre, violencia, negocios turbios, traiciones y alianzas improbables. El caso de su más reciente producción: Los 8 más odiados, cumple con estas características.
Ambientada como un "western-pos guerra de secesión" (el conflicto estadounidense entre norteños y sureños por la libertad de los afroamericanos) esta película nos muestra al "Mayor" Marquis Warren (Samuel L. Jackson) y John "El colgador" Ruth (Kurt Russell) ambos cazarecompensas, quienes se verán atrapados en una tormenta, llevan consigo también a Daisy Domergue (Jennifer Lason Leigh), por quien se ha ofrecido una buena recompensa y al sheriff Chris Mannix (Walton Goggins). Por la mencionada tormenta se verán obligados a hacer una parada en una posada, en donde se encontrarán con otros huéspedes que no estarán dispuestos a dejar q se queden con la recompensa ofrecida por Daisy Domergue.
La película, pensada para proyectarse en 70 mm por lo cual se recomienda verla en Imax, tiene varios puntos interesantes y algunos otros que juegan en su contra. El primero de ellos es el guión, característica en la que Tarantino ha destacado en diversas ocasiones (Pulp Fiction y Django fueron multipremiados en ese aspecto). Éste plantea una historia con bastante suspenso, misterio y con giros inesperados. Sabemos que en sus películas todo lleva a un momento en donde el mínimo error desencadenaría el caos y esta no es la excepción. El punto climático se resuelve de buena forma, pero aquí es donde juega al mismo tiempo en su contra, pues desde mi punto de vista, la historia se va haciendo innecesariamente larga, (las casi 3 horas de duración avalan esto) convirtiéndolo en algo parecido a una puesta teatral (la cual también funcionaría), La primera y quinta partes bien pudieron abrevarse o hasta omitirse.
Los diálogos, parte del guión, son destacables, en ellos se entremezclan críticas al racismo y en general a la sociedad estadounidense de ese momento y que aparentemente se sigue rigiendo por esas características. Muchos de ellos son muestra de un humor negro, sórdido y bien empleado.
La fotografía está cargada de intención, la nominación al Oscar no es casualidad, es una clara muestra de cómo utilizar la luz para crear atmósferas y acompañar a los personajes en su evolución, en este caso sombría. Hay un contraste muy interesante que demuestra este punto: cuando se hace un flashback de lo que ha sucedido en la mañana y se regresa al punto de tensión en el que estaba. La ambientación es buena, la escenografía, si bien la mayor parte de la película se desarrolla en un solo espacio, está bien lograda y complementa el objetivo de la iluminación.
Las actuaciones son buenas, el reparto son gente probada y q nos tienen acostumbrados a su calidad, sin embrago, aunque bien puede apuntarse la actuación de Samuel L. Jackson y la de Demián Bichir como sobresalientes, además al ser una película donde predominan los hombres, termina por resaltar el trabajo de la única mujer, que aunque en un papel secundario termina siendo el motivador del conflicto.
La música es otro elemento a destacar, ayudando, junto a la iluminación a crear atmósferas (sobre todo de suspenso) en lo personal me quedó grabada una donde conviven cellos y violines y que suena en los puntos de mayor clímax.
Los 8 más odiados, octava película de Tarantino, es un buen ejercicio que basa su fuerza en los diálogos, se necesita paciencia para una historia que pudo contarse en al menos una hora menos y eso provoca que el tiempo frente a la pantalla se vuelva un tanto odioso.
Los 8 más odiados de Quentin Tarantino, E.U.A., 2015, 168 min. Con Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer Lason Leigh, Walton Goggins, et. al.
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