jueves, 14 de enero de 2016

La maldición de La maldición de Charlie.


Por: Manuel Hernández.

La noche de Halloween Charlie (Jack Fulton) comienza a tener un comportamiento extraño, pregunta si es posible pagarle al fantasma, tiene algunas alucinaciones y momentos después desaparece del lado de su padre propiciando que, entre otras cosas, sus padres terminen peleando por la incapacidad de uno de proteger al hijo y que inicie una búsqueda que aparentemente será infructuosa  

Tiempo después, cerca de cumplirse un año para ser más precisos, los padres de Charlie(Nicolas Cage Wayne Callies), que ya se habían separado, comienzan a experimentar, por separado, algunos sucesos extraños que los llevan a  creer que su hijo está tratando de comunicarse con ellos. Así, inicia una búsqueda que los llevará a sumergirse hasta los orígenes de la celebración del Halloween en Nueva York y a retomar la leyenda de una mujer celta acusada de brujería, para intentar rescatar al niño perdido, o si se me permite el lugar común, arrancarlo de los brazos de la muerte. 

La película comienza bien, Charlie, antes de desaparecer, les deja una pista fundamental: pagar al fantasma, acción que llevará al padre a lugares insospechados, conforme se van destapando algunas otras pistas que remiten a la leyenda celta, es donde la historia comienza a perder credibilidad, cayendo, más allá de los clichés necesarios en el género de terror, en una historia que se torna hasta de fantasía: ver al personaje de Nicolas Cage volando con una bruja puede ser un buen ejemplo. 

Los efectos empleados dan una de cal por dos de arena, hay momentos en los que se ven muy bien y hasta se disfrutan (una escena en donde aparecen un sinfínde niños que se desvanecen es la muestra más palpable de ello, pero hay momentos en los que se revela que están mal hechos, como cuando una mujer arde y el humo que emana el cadáver no parece humo. 

Es interesante en la historia, y de alguna manera trata de sostenerlael hecho de que se hayan remitido a una leyenda situada 300 años atrás y, sin embargo, cuando es momento cambiar el curso de lo que hasta ese momento ha sido (desaparaciones de niños cada 31 de octubre) todo parece ordenarse para llegar a un final muy predecible, en donde realmente no pasa gran cosa, sorprenderá (quizá) al espectador que cuando se logra una hazaña no hay la más mínima reacción por parte de los personajes. 
Las actuaciones son poco creíbles, por momentos se sienten acartonadas y aunque Cage no hace tan mal trabajo, está rodeado de una atmósfera que termina por hacerlo ver deslúcido. En cuestiones del guión, la presencia de algunos personajes hacia la resolución del conflicto da la sensación de que sobran en la trama, y otros que no tuvieron gran participación en la película obtienen gran relevancia, basta ver la escena mezclada con los créditos, para darse cuenta. 

En conjunto, la película que al principio intenta ser propositiva, buscando una buena justificación en las leyendas, se va diluyendo lentamente, hasta terminar en algo que diera la impresión buscaron terminar lo más pronto posible.

La maldición de Charlie de Uli Edel, Estados Unidos, 2015, 94 min. Con Nicolas Cage, Sarah Wayne Callies, Jack Fulton, et. al. 


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