Esta historia nos narra la vida de la "Araña" Salazar, quien ha caído en depresión después de haber perdido a su esposa, el alcohol se ha vuelto su refugio y su carrera como futbolista profesional, seleccionado mexicano y activo en Europa se ha visto truncada por
sus malas decisiones. Sin embargo, es gracias a su hija y a una periodista que se convierte en una amiga muy cercana a ambos, que la "Araña" intentará retomar su carrera como futbolista.
Esta cinta dirigida por Walter Doehner, utiliza al futbol como un pretexto para presentarnos una temática más profunda: el alcoholismo y las relaciones entre padres e hijos que se gestan después de la pérdida de un miembro de la familia.
Sin embargo, se puede apuntar que la historia está desarrollada de manera muy rápida, a pesar de los 100 minutos que tiene de duración la cinta, se ocupan varias elipsis para hacer avanzar la historia porque quiere incluir demasiadas cosas por lo cual no terminan de desarrollarse algunas acciones.
Lo anterior puede ser visto de esta debido al exceso de cortes que hay en cada escena, reflejando el estilo televisivo que ha acompañado al director en los últimos años. Este exceso de cortes también puede desembocar en el hecho de que en algunos movimientos tienen problemas con la continuidad, punto que salta a la vista por ser, en algunos momentos, muy evidente.
Acompañando dichas elipsis hay música, la cual es de muy buena manufactura, sin embargo, puede apuntarse que a veces hay un exceso en la utilización de la misma, la mayor parte de la película está musicalizada, hay momentos en los que las acciones bien pueden avanzar en silencio y no necesariamente diciéndole al espectador la forma en que debe sentirse de acuerdo al momento que está ilustrando la canción.
La iluminación está bien hecha en general, aunque hay algunas escenas en donde la misma está un poco subexpuesta, haciendo que por momentos no se vean los personajes a cuadro, sin embargo, fuera de esos detalles está bien llevada.
Las actuaciones están bien realizadas, aunque habría que mencionar que la nominada al Óscar, Adriana Barraza, por momentos se nota un tanto desaprovechada en su papel de abuela, pues por momentos se le nota un poco forzada. Las demás están bien realizadas, aunque también el guión influye en este aspecto, pues en ocasiones se remonta a frases que se utilizan en lugares comunes, el final es probablemente muy predecible pues sigue los patrones de muchas historias comerciales que incluyen en el amor una temática que busque darle peso a la historia, sin
embargo, es un tanto realista.
La participación de equipos reales, y ver jugar una final más al Cruz Azul, pueden ser un atractivo para toda la gente a la que le gusta el futbol. Es un acierto que se busque llegar a toda la familia con una historia digerible aunque la historia, como se ha dicho ya, es un tanto predecible. Como entretenimiento podría ser buena opción. A secas.
Entrenando a mi papá, Walter Doehner, México, 96 min. con Adriana Barraza, Jacqueline Bracamontes, et. al.
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