Manuel Hernández
Samperio
Vivir en el metro
sin duda es difícil, burlar a la policía tampoco, sobrevivir con sólo un dólar
mucho menos, pero además, hacerlo siendo un paciente que se encuentra en el
espectro del autismo, parece una misión por demás imposible. Y sin embargo,
Ricky García en “No se recargue en las puestas” (EUA, 2013) lo logró.
La película nos
plantea la vida del ya mencionado Ricky García y nos refleja algunos de los
problemas que la gente con autismo tiene que afrontar: el rechazo de sus
compañeros, de la escuela y por momentos
hasta de la misma familia. Una de sus pasiones son los dragones y es ella la
que lo lleva a internarse en el metro olvidándose, en apariencia, de volver a casa,
desencadenando en su madre la preocupación habitual por encontrar a su hijo. El
padre ausente se ve obligado a volver del lugar donde está trabajando y entre
todos buscan encontrar a Rocky.
Para completar el
cuadro, que se antoja dramático, la familia es indocumentada, lo cual si bien
no podría ser un problema legalmente, sí es un tema que inspira miedo en ellos,
pues en muchos migrantes existe la idea de que tener algo que ver con la ley
podría traer problemas a largo plazo.
Con una propuesta
estética que demuestra un manejo de cámara magistral Sam Fleischner intenta
hacernos partícipes de la historia metiéndonos a la manera de pensar del niño
con autismo, pues apoyado del movimiento constante de la imagen y de la música
consigue el objetivo.
El huracán Sandy
golpeó la ciudad de Nueva York durante el rodaje y en lugar de ser un
impedimento para terminar la realización fue utilizado como un elemento más
para hacer avanzar de buena forma la trama de la película, logrando crear en
los espectadores cierto aire de suspenso.
Con actuaciones
sublimes de actores que comienzan a hacer carrera en el cine, como el caso de
la madre interpretada por Andrea Suárez Paz, o un actor cada vez más consagrado
dentro de la pantalla mexicana como es Tenoch Huerta complementan la que el
protagonista quien en la vida real también tiene este trastorno mental y cuyo
nombre es Jesús Sánchez-Vélez,
No se recargue en las puertas se muestra como
una película propositiva y con un alto grado de experimentación.
La película se
proyectará en las salas de la Cineteca Nacional del jueves 9 al martes 14 de
julio, como parte del Foro Internacional.
StandClear of the Cloosing Doors de Sam Fleischner, EUA, 2013, con Jesús Sanchez –Velez, Andrea Suárez Paz, Tenoch Huerta, Azul Zorrila, 102 min.
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