lunes, 10 de agosto de 2015

Interpretar al otro desde su propio mundo.

Manuel Hernández Samperio

Vivir en el metro sin duda es difícil, burlar a la policía tampoco, sobrevivir con sólo un dólar mucho menos, pero además, hacerlo siendo un paciente que se encuentra en el espectro del autismo, parece una misión por demás imposible. Y sin embargo, Ricky García en “No se recargue en las puestas” (EUA, 2013) lo logró.

La película nos plantea la vida del ya mencionado Ricky García y nos refleja algunos de los problemas que la gente con autismo tiene que afrontar: el rechazo de sus compañeros,  de la escuela y por momentos hasta de la misma familia. Una de sus pasiones son los dragones y es ella la que lo lleva a internarse en el metro olvidándose, en apariencia, de volver a casa, desencadenando en su madre la preocupación habitual por encontrar a su hijo. El padre ausente se ve obligado a volver del lugar donde está trabajando y entre todos buscan encontrar a Rocky.

Para completar el cuadro, que se antoja dramático, la familia es indocumentada, lo cual si bien no podría ser un problema legalmente, sí es un tema que inspira miedo en ellos, pues en muchos migrantes existe la idea de que tener algo que ver con la ley podría traer problemas a largo plazo.

Con una propuesta estética que demuestra un manejo de cámara magistral Sam Fleischner intenta hacernos partícipes de la historia metiéndonos a la manera de pensar del niño con autismo, pues apoyado del movimiento constante de la imagen y de la música consigue el objetivo.

El huracán Sandy golpeó la ciudad de Nueva York durante el rodaje y en lugar de ser un impedimento para terminar la realización fue utilizado como un elemento más para hacer avanzar de buena forma la trama de la película, logrando crear en los espectadores cierto aire de suspenso.

Con actuaciones sublimes de actores que comienzan a hacer carrera en el cine, como el caso de la madre interpretada por Andrea Suárez Paz, o un actor cada vez más consagrado dentro de la pantalla mexicana como es Tenoch Huerta complementan la que el protagonista quien en la vida real también tiene este trastorno mental y cuyo nombre es Jesús Sánchez-Vélez, 
No se recargue en las puertas se muestra como una película propositiva y con un alto grado de experimentación.

La película se proyectará en las salas de la Cineteca Nacional del jueves 9 al martes 14 de julio, como parte del Foro Internacional.


StandClear of the Cloosing Doors de Sam Fleischner, EUA, 2013, con Jesús Sanchez –Velez, Andrea Suárez Paz, Tenoch Huerta, Azul Zorrila, 102 min.

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