viernes, 5 de octubre de 2018

No te preocupes no irá lejos. Reflexiones desde la silla.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

John Callahan fue un cartonista ampliamente reconocido por el humor negro que solía ser su sello en cada una de las ilustraciones que publicaba. Pero, ¿cómo llegó hasta ese lugar? No te preocupes, no irá lejos es una cinta en donde la vida de este personaje es retratada. 

Tras lidiar con una niñez que puede calificarse como dura, Callahan llegó a Los Ángeles para trabajar en la construcción. Su vida se va lentamente en las fiestas y, sobre todo, en el alcohol del cual era adicto. Una noche, después de haber visitado infinidad de lugares en donde estuvo embriagándose con un hombre al que acababa de conocer sufren un accidente automovilístico.

Los diagnósticos nos son muy alentadores, una cuadraplejia lo obligará a vivir confinado a una silla de ruedas por el resto de sus días y con una depresión que no hace más que sumirlo en el alcohol. En esta situación sólo le quedan dos opciones: sumirse en su propia desgracia o buscar ayuda para encontrar algo nuevo que hacer y eso lo llevará a conocer a mucha gente nueva.
Gus Van Sant nos presenta en su más reciente filme una biopic bien estructurada en donde se van combinando algunas escenas del presente con el pasado, dando saltos en diferentes etapas del personaje principal, pero el montaje, en este caso, está bien estructurado de forma que la trama se cuenta sin ningún problema. 

Sobre el guión podemos decir que sabe desarrollar bien a los diferentes personajes que plantea, poniéndoles diversas características que legitiman las actitudes de la psicología de cada uno de ellos. Además, combina diferentes géneros, en específico el drama con la comedia, de la cual podemos mencionar que los chistes que aparecen son de una comedia que está bien pensada, en donde el humor negro, característico del personaje principal, se hace presente.

La cinta se localiza en su mayor parte en la década de los 90, que es la etapa en donde tuvo que pasar por todo el proceso de aceptación, en esta aspecto el trabajo realizado para la ambientación de los diferentes escenarios y los vestuarios empleados logran buenos resultados en la pantalla, pues estos elementos dotan de verosimilitud a la historia, ya que están bien logrados. 

Las actuaciones son otro elemento a destacar, encontramos a Joaquin Phoenix que interpreta a Callahan de una manera excepcional, pues logra reflejar las diferentes dificultades por las que atraviesa el personaje, no sólo en cuestión de la aceptación con la sociedad y las dificultades de adaptarse a ella, sino por el mismo proceso interno al que se verá sometido y del que sólo acompañado podrá salir. Es también interesante ver a Jonah Hill en un papel un tanto fársico (por los movimientos y actitudes exageradas que hace) pero que le exige diferentes recursos dramáticos, es el segundo personaje en quien recae el peso de la historia y sabe cumplir con esa responsabilidad.

Finalmente apuntar como un elemento extra la combinación que realiza entre los diferentes estilos: la actuación de las personas con algunas animaciones basadas en los dibujos del protagonista, las cuales fungen como cortinillas entre cada una de las etapas de la vida del protagonista.

No te preocupes, no irá lejos es sin duda una cinta con grandes características, un guión que sabe combinar los diferentes tiempos en la vida del personaje, acompañado de buenas actuaciones y una buena ambientación, una cinta que cumple con los elementos que se buscan en las biopics hollywoodenses en donde se buscan historias inspiradoras, pero que curiosamente en el estilo y tratamiento no busca ser efectista, sino apegarse a la verosimilitud de la realidad. Una cinta que vale la pena ver. 

No te preocupes, no irá lejos, Gus Van Sant, Estados Unidos-Francia, 2018, 114 mins. Con Joaquin Phoenix, Jack Black, Jonah Hill, Rooney Mara, et. al.


No hay comentarios:

Publicar un comentario