viernes, 24 de agosto de 2018

La buena esposa. Detrás de un gran escritor se esconden muchos secretos.

Por: Manuel Hernández-Samperio

La literatura puede ser una profesión tan noble como compleja y hasta ingrata. Lograr la aceptación y entrar en el gusto del grueso de los lectores no es una tarea fácil y qué decir de los reconocimientos que vienen con ello. Por esta razón genera tanta expectativa el anuncio del premio Nobel, pues es el máximo galardón que podría obtener cualquier literato con aspiraciones a trascender la historia. Por esto mismo, La buena esposa, es una cinta que se torna interesante, pues se centra en develar lo que hay detrás de la obtención de este premio por parte de un escritor.

El matrimonio de Joe (Jonathan Pryce) y Joan Castleman (Glenn Close) se encuentra nervioso debido al inminente anuncio del próximo ganador del premio Nobel, pues él se encuentra entre los finalistas aspirantes al reconocimiento. Una vez que reciben la llamada que confirma la noticia, comenzarán los preparativos para el viaje a Estocolmo en donde por fin todos los sacrificios que han hecho como pareja y los esfuerzos del escritor serán recompensados.

Sin embargo, el ego del escritor comenzará a develar algunas contradicciones en el trato con su familia, a través de una esposa que ha aceptado ser por muchos años sumisa y moverse a la sombra del marido y de un hijo al que le gustaría que su padre le reconociera sus habilidades como escritor,se irán conociendo algunos secretos que han estado en la familia por muchos años.

La cinta dirigida por Bjorn Runge, basada en la novela homónima de Meg Wolitzer, nos propone un guión que lleva hasta el seno de una familia aparentemente feliz y organizada, pero en donde desde el principio es fácil darse cuenta de que las cosas entre ellos no funcionan del todo bien. Sobre esta premisa se irán desarrollando cada una de las pequeñas subtramas que van aportándole más elementos a la historia principal para llegar al punto máximo de tensión.

Apoyando en buena medida esta situación tenemos las actuaciones de los dos personajes principales, en donde destaca Glenn Close, personaje que ha tenido que soportar el ego del esposo y que viene a representar el papel al que en muchas ocasiones se ha relegado a las mujeres en nuestra sociedad: simplemente ser el apoyo para que alguien más brille. Sin embargo, el personaje tendrá un arco cambio en la psicología que termina por ser bien asimilado e interpretado por la actriz. Su contraparte encarnada por Jonathan Pryce también está bien desarrollada, pues se da vida a un hombre narcisista que no puede contener sus impulsos, principalmente sexuales.

La cámara es otro elemento que ayuda en la narración pues a través de movimientos sutiles va introduciendo al espectador en cada uno de los lugares en donde se va desarrollando, brindándole el papel de cómplice de lo que sucede a cuadro. Esto se complementa con un diseño de arte bien logrado, que ambienta en buena medida cada uno de los escenarios. 

Sin embargo, habría que apuntar que el filme se enfrenta con algunos detalles que atropellan la narrativa, el primero de ellos son los prolongados tiempos de ausencia del hijo que acompaña a la pareja, pero que al mismo tiempo no termina de amalgamar con los dos personajes principales. Otro de ellos es el uso tan reducido de los flashbacks, siendo que es la herramienta en donde se van develando muchos de los secretos o la información importante para la historia.

La buena esposa es un filme que sabe envolver al espectador en la temática que plantea, a pesar de que la premisa principal una vez sugerida se vuelve predecible para el espectador, pues encuentra diferentes giros que le van agregando suspenso a la trama. Las actuaciones de la pareja principal saben cargar con el peso de la historia llevándola a buen puerto. Una cinta que si bien no es novedosa está bien estructurada y que entre sus logros, está el de cuestionar de manera sutil el papel al que han sido relegadas las esposas de los artistas famosos.

La buena esposa, Bjorn Runge, Reino Unido, 2017, 100 mins. Con: Glenn Close, Jonathan Pryce, Logan Lerman, et. al.


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