
Por: Manuel Hernández-Samperio.
Por costumbre, aunque no necesariamente por naturaleza, se nos ha enseñado que los padres siempre tienen el instinto de proteger a los hijos de cualquier peligro que puedan enfrentar. Bajo esa premisa resultaría casi impensable que pudieran provocar algún daño, pero ese casi, es lo que permite que exista Mamá y papá de Brian Taylor.
La familia conformada por Brent (Nicolas Cage), Kendall (Selma Blair) y sus hijos Carly (Anne Winters) y Josh lleva una vida que podría clasificarse dentro de la normalidad. Los padres añoran el tiempo en que fueron jóvenes y tenían la libertad para hacerlo que querían, Carly es una adolescente cuya rebeldía busca que sus padres no se entrometn en su vida y Josh es sólo un niño que disfruta jugar.
Sin embargo, el día en que esperan la visita de los padres de Brent algo extraño comienza a suceder en el pueblo, pues una especie de virus transmitido por ondas emanadas de la televisión convierte a los padres en una especie de zombies que sólo logran saciarse cuando matan a sus hijos, esta situación alcanzará a la familia, desembocando en una carrera contra el tiempo por salvar la vida o revertir el problema.

En el caso de quien esto escribe podríamos decir que en su búsqueda de ser considerada como una cinta del género de terror se va diluyendo conforme aparecen algunas situaciones y actuaciones que desentonan de manera importante. En este aspecto las interpretaciones cumplen con la línea de la sátira que apoya en buena medida las situaciones de inverosimilitud, que en ocasiones esa exageración terminan por hacer ver a los personajes en un tono ridículo.

El manejo de la cámara es uno de los elementos a destacar, especialmente en aquellas escenas en donde hay mayor acción, pues se recurre a una cámara en mano que se introduce entre los personajes o los persigue de acuerdo a la manera en que se desenvuelve en escena. La música es otro elemento que destaca, el uso continuo del rock y las guitarras distorcionadas a un volumen considerable no es empleada para crear miedo en el espectador pero sí para acompañar a los momentos de mayor tensión o violencia.
Mamá y papá es una cinta que se vuelve un tanto extraña conforme avanza en su trama, por momentos pretende ser considerada como una propuesta seria del género de terror, pero en otras más, de manera casi involuntaria, cae en situaciones inverosímiles que desembocan en una la comedia, podemos asegurar que divierte mucho más de lo que asusta, a pesar de cumplir con los estereotipos del género de terror. Es una propuesta que se disfrutará en la medida en que no se la tome en serio, en que no se generen expectativas al respecto y, por el contrario, el espectador se deje sorprender por las ocurrencias y exageraciones de los personajes.
Mamá y papá, Brian Taylor, Estados Unidos, 2017, 86 mins. Con: Nicolas Cage, Selma Blair, Anne Winters, et. al.
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