Por: Manuel Hernández-Samperio.
Verde de Alonso Ruizpalacios.
El cortometraje nos plantea la situación de Ariel, quien trabaja como chófer de una camioneta de valores y quien se enfrenta ante la incertidumbre de no saber si quiere tener al hijo que espera su esposa, en un momento de su recorrido y sin planearlo, se verá ante la posibilidad de quedarse con una buena suma de dinero, sabiendo que su decisión, cualquiera que sea, podría cambiarle la vida.
El trabajo de Ruizpalacios tiene diversos elementos que le aportan a la historia. Es creativa la manera en que nos sitúa en la ciudad desde los primeros planos. También juega en buena medida con el campo-fuera campo en diversas ocasiones, por un lado las diferentes anécdotas que cuentan los compañeros de Ariel que tienen por función amenizar el trayecto tanto de los personajes como del espectador. Pero también lo maneja en los momentos en los que Ariel espera en la camioneta, pues lejos de seguir el trayecto de quienes recogen el dinero acompañamos al chofer en su espera, la cual incrementa el suspenso gracias al uso del silencio interrumpido sólo por algunos sonidos emanados de la misma escena.
Si bien el final da un giro que puede resultar decepcionante, el planteamiento de Ruizpalacios y las herramientas de las que echa mano para contar su historia, reflejan no sólo la experiencia adquirida en sus trabajos previos sino también una madurez en el oficio de contar historias.
Verde, Alonso Ruizpalacios, México, 2016, 22 min. Con: Tenoch Huerta, et. al.
Fisuras de Roberto Fiesco
La historia retrata la situación del hogar de una familia que es mantenida por un joven policía y en donde su madre espera con ansias su regreso. Esa espera se alarga y se hace más dura debido a la incomunicación que su madre tiene con él y a las pocas mañas noticias que llegan por los medios.
La cinta se acompaña de una buena actuación de Arcelia Ramírez. Sin embargo, se enfrenta al gran problema de volverse predecible, característica a evitar cuando se tiene que convencer con una historia de poca duración.
Fisuras, Roberto Fiesco, México, 2016, 10 min. Con: Arcelia Ramírez, Axel Arenas, et. al.
El ocaso de Juan de Omar Deneb Juárez.
Tomando como contexto la constante violencia que azota a la mayor parte de los estados de la República mexicana, tenemos la historia de Juan, un joven campesino obligado a trabajar en la cosecha de la zarzamora. Un día el capataz del patrón lo utilizará en una misión en donde está la vida de un bebé de por medio. Sin pensarlo, Juan intentará salvarlo, sin importar poner en riesgo su propia vida.
El cortometraje, protagonizado por Kristyan Ferrer, quien cumple en buena forma con su actuación, nos pone ante una historia que (a pesar de sonar trillada) sorprende por dos elementos: el primero es el buen manejo del suspenso con el que cuenta y el segundo que justifica al primero es el buen uso de la cámara y el ritmo que se le da. Cuando interactúan estos elementos, el cortometraje mantiene una tensión constante que mantendrá atento al espectador.
El único inconveniente es técnico y se refiere al sonido, el cual varía constantemente. La historia, a pesar de ser un poco común, dejará al espectador con la sensación de haber sido golpeado en la cara
El ocaso de Juan, Omar Deneb Juárez, México, 2016, 17 min. Con: Kristyan Ferrrer, Alberto Trujillo, et. al.
El tigre y la flor de Denisse Quintero.
En un pueblo existe la tradición de hacer llover mediante un ritual que implica que los jóvenes peleen entre sí bajo el atuendo de un tigre, de esta forma los golpes simulan ser los truenos y la lluvia que cae. También se tiene por tradición juntar flores y regalarlas a la joven con la que pretenden formalizar una relación, Nicolás es un joven que ha llegado a la edad de cumplir con las costumbres de su pueblo, sin embargo, parece que no podrá hacer todo al pie de la letra.
Estos rituales, como sucede en diversas culturas con gran influencia tribal, fungen como el paso a la adultez y están encaminadas, en su mayoría a asegurar la supervivencia del pueblo, no sólo mediante la invocación de la lluvia, sino también a través de la creación de parejas heterosexuales. Este cortometraje reposa su fuerza en ello, en mostrar las costumbres de un lugar del México diverso, pero a la vez nos plantea un cuestionamiento sobre la limitante de tener que cumplir tal como se ha hecho de forma milenaria.
Si bien la historia se vuelve un poco predecible con algunos detalles que se van dejando a lo largo de trama y que anuncian el final, también debe decirse que cuenta con buenas actuaciones y buen ritmo al ser contado. Una cinta que destaca por el colorido no sólo visual sino social que refleja.
El tigre y la flor, Denisse Quintero, México, 2016, 17 min. Con: Hoze Melendez, José Pescina, et. al.
Australia de Rodrigo Ruiz Patterson.
Helena y su esposo están obsesionados con la idea de tener un hijo. Tras una serie de intentos infructuosos tienen que lidiar con la situación de que sus vecinos lleguen a su casa con su hija recién nacida. La obsesión por quedar embarazada llevarán a Helena a un punto en donde la crisis, las fantasías y el enojo se mezclarán para hacerla tomar decisiones un poco extremas.
El cortometraje trabaja con la obsesión de una mujer que está dispuesta a todo por tener un hijo, pero en el camino comenzará a tener una especie de alucinaciones. El problema de la historia es que comienza a alargarse y a repetir lo que ya ha dejado claro, lo cual lo vuelve tedioso. Es resaltable la buena actuación de Lisa Owen en el papel principal, que sabe reflejar a una mujer que está cayendo en la desesperación por no ver cristalizado su sueño, a pesar de todo el éxito profesional.
La cinta retoma un tema interesante, sin embargo, da la impresión de que en la intención de hacer quedar claro el punto de su cercanía a la locura se torna repetitivo, predecible y un poco tedioso.
Australia, Rodrigo Ruiz Patterson, México, 2016, 29 min. Con: Lisa Owen, Héctor Holten, Fermín Martínez, et. al.
No hay comentarios:
Publicar un comentario