viernes, 7 de julio de 2017

Distancias cortas. Superarse es una razón de peso.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

La obesidad es un asunto que se ha puesto de moda en México desde que como población asaltamos los primeros lugares en dicha estadística a nivel mundial. A pesar de las diversas campañas organizadas por el gobierno poco se ha logrado y las estadísticas han seguido aumentando, pocas veces, como personas lo vemos como un problemas, sin embargo, cuando ese sobrepeso ocasiona que la vida de alguien se vuelva limitada tanto en movimientos como actividades, nos damos cuenta de que en realidad puede ser un problema (especialmente de salud). Distancias cortas no es una cinta que se proponga criticar o solucionar ese problema, pero por el contrario, nos abre los ojos sobre lo difícil que puede llegar a ser esta situación para quien la padece.

Fede (Luca Ortega) es un hombre con gran tonelaje que vive en la soledad de su rutina. Su obesidad le ha impide llevar una vida normal, muy difícilmente sale de su casa, no sólo por el temor a ser molestado, sino porque su condición física le impide moverse. Motivado por su cuñado (Mauricio Isaac), un día decide que quiere tener a la fotografía como su pasión, razón por la cual se aventurará a buscar un lugar dónde comprar una cámara. 

Al hacerlo conocerá a Paulo (Joel Figueroa), el joven que atiende el local de fotografía y que al parecer también es una persona solitaria, entre ellos dos nacerá una amistad en donde uno y otro se converturá en indispensable para llenar sus vacíos y en donde, sin quererlo, intercambiarán gustos y momentos que los llevará a intentar vencer sus problemas.

Alejandro Guzmán nos propone una historia en donde cada uno de los personajes se vuelve entrañable conforme los vamos conociendo. Fede, en quien recae gran peso de la historia, está muy bien interpretado con todas las limitaciones que su condición le imprime, el cansancio cada vez que intenta moverse está bien reflejado. El resto del reparto que se compone de una hermana odiosa (Martha Claudia Moreno), el cuñado sometido a las órdenes de ésta y el joven con pocos amigos están bien definidos y reaccionan y vencen sus dificultades de acuerdo al planteamiento que se ha hecho de ellos. 

El ritmo con el que es contada la historia es bueno, la cámara sabe moverse e ir en sintonía con ese ritmo, es decir, con movimientos ligeros, lentos, pero a la vez propiciando que nos adentremos más en las acciones. Debemos decirlo, aunque los movimientos son sutiles y en algunas ocasiones los planos se alargan, en ningún momento se vuelve aburrido, por el contrario, todo el tiempo se genera alguna acción que hace avanzar la trama o se profundiza en las reacciones de los personajes. Esto se complementa con una composición de encuadres bien cuidada, hay armonía en la forma en que están acomodados los personajes en los escenarios y el equilibrio en el que aparecen frente a la cámara. 

Además de presentarnos unos personajes bien definidos, el guión nos muestra algunas situaciones que como sociedad tenemos con quienes son un tanto diferentes, además de las burlas que el sobrepeso puede generar (y que en la cinta a veces son reflejados como un humor involuntario) están los problemas desde el transporte hasta la aceptación en relaciones que impliquen cierta intimidad. 

Uno de los muy pocos detalles en contra de la cinta es el exceso en el uso de la música, compuesta, dicho sea de paso, por el mismo protagonista (que tiene en esta actividad su fuente de trabajo en la realidad) hay algunas escenas que son emotivas por sí mismas y en ocasiones, el querer reafirmarlas como tal resulta contraproducente. 

Distancias cortas es una producción independiente que no tiene enfado en aceptarlo y a partir de esas limitaciones presentarnos una historia entrañable con un mensaje que al final se torna positivo. Viene a demostrar que aún teniendo poco presupuesto, cuando se tiene una buena historia y un guión bien desarrollado se puede lograr una conexión con el espectador. De ese cine que deja una moraleja, pero que no enfada recibirla. 

Distancias cortas, Alejandro Guzmán, México, 2016, 104 min. Con: Luca Ortega, Mauricio Isaac, Joel Figueroa.


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