viernes, 28 de abril de 2017

Nobi, disparos al amanecer. Sobrevivir, cueste lo que cueste.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

La guerra y sus horrores han sido retratados una y otra vez que a estas altura bien podría dar la ilusión de que una nueva producción bélica puede salir sobrando. Sin embargo, hay dos características en Nobi, disparos al amanecer que la hacen atractiva: la primera es que poco conocemos sobre la etapa de la Segunda Guerra Mundial vista desde los ojos de los japoneses (quizá los más grandes perdedores si se consideran los estragos causados por las bombas nucleares) la segunda es que Shinya Tsukamoto, nos presenta un trabajo que retoma como pocos, la violencia y diferentes formas de sobrevivir en un ambiente hostil.

Basado en la novela Nobiescrita por Shohei Ooka (y que había sido adaptada previamente por KoIchikawa), la cinta nos cuenta la historia de Tamura, un escritor que forma parte de las filas de un ejército japonés que había invadido a Filipinas, pero que ahora se sabe perdedor, razón por la cual deciden abandonar a su suerte a los soldados que aún se encuentran en el lugar. La única forma de sobrevivir es llegando a un extremo de donde saldrán las últimas embarcaciones hacia su patria natal. 

La misión de Tamura se torna casi imposible cuando es abandonado por el resto de sus compañeros ya que es víctima de tuberculosis, su interés por salvarse lo llevará a enfrentarse a diferentes problemas, en donde incluso su propia consciencia podría ser una de ellos. 

La cinta que dirige Tsukamoto nos lleva a perdernos en las selvas filipinas en donde se monta un escenario laberíntico por lo parecido que pueden resultar todos los lugares por donde los soldados emprenderán su éxodo. La historia que se narra nos plantea a un Japón que se sabe perdedor y en cuya crisis no dudará en abandonar a algunos soldados, quienes además de ser extranjeros son azotados por las enfermedades, lo cual es bien reflejado a cuadro, tanto por los efectos como por las actuaciones de los diferentes personajes. 

Se retoma en la trama una práctica que ha sido muy poco difundida: la antropofagia, de la cual se ha señalado a los ejércitos japoneses como autores de la misma. Esta situación, acompañada de la crisis en la que se encuentran los personajes generan una atmósfera de gran tensión que deriva en muchas dosis de suspenso. Esto es adereado con algunos rasgos del gore y violencia que complementan una trama en donde se evidencia lo cruel que pueden llegar a ser las guerras. 

Otro de los puntos que juegan en beneficio de la cinta es la forma en que es manejada la cámara, pues sabe darle gran juego y movimiento cuando es necesario, pero también mantenerla fija cuando la situación lo amerita, derivando todo en un ritmo que es acompasado por una buena edición y en donde no se duda en usar otros elementos como ralentizar las imágenes para dar un mayor detalle de las acciones al tiempo que el espectador es inmerso gracias a los movimientos de la cámara. 

Nobi, disparos al amanecer es una cinta que dejará, sin duda alguna, estremecido al espectador. Tsukamoto no duda en presentar la violencia y hacerlo de una manera frontal, sin darle concesiones al público, mostrándonos con ello, de una forma mucho más verosímil que en muchas otras cintas, los estragos de los que puede llegar a ser víctima una nación cuando se encuentra en guerra y de cómo los mismos soldados son vulnerables a situaciones que bien podrían generarles ciertos traumas. Es una cinta fuerte, cruda, es cierto, pero que vale la pena revisar.

Nobi, disparos al amanecer, Shinya Tsukamoto, Japón, 2014, 87 min. Con: Riri Furanki, Tatsuya Nakamura, Yuko Nakamura, et. al.


2 comentarios:

  1. Aclaración: KON Ichikawa es el director de la primera versión en b/n de este film. El autor de la novela es Shōhei Ōoka.

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