viernes, 31 de marzo de 2017

Tiempo suspendido. De vital importancia no olvidar.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

La memoria, individual y colectiva, son indispensables para conocer y re-conocer la historia, individual, familiar y hasta de un país, es cierto que sin la memoria estamos condenados a repetir los errores del pasado de ahí la importancia de documentar, rememorar y conmemorar las situaciones del pasado. En Argentina, las dictaduras de los años 60 y 70 dieron origen a las tristemente célebres abuelas de la plaza de mayo, quienes a la vez son un recordatorio de esa época, de lo sucedido y lo que se espera no pase de nuevo.

Tiempo suspendido es una cinta que narra la historia de Laura Bonaparte, una de las mujeres más activas, cuyo ex esposo, hijos y algunos de los descendientes de éstos, fueron violentados y victimados por las fuerzas militares. La lucha que ha emprendido no ha dado muchos resultados y más aún, esa lucha parece que comienza a extinguirse conforme el Alzheimer hará estragos en la memoria de Laura. 

El documental dirigido por Natalia Beristáin, quien dicho sea de paso, es la nieta de Laura Bonaparte, nos pone como protagonista a la dualidad conformada por la memoria y el olvido, en un momento en el que familia comienza a llenarse de incertidumbre ante el inminente ocaso de la vida de Laura y en donde, aparentemente el único destino que tendrá la lucha que por años ha abanderado es simplemente ser olvidado. 

Beristáin hace un esfuerzo por alejarse de los lazos afectivos para darnos un retrato de la protagonista lo más fiel posible través de diferentes entrevistas, sin embargo, se enfrenta al problema de que los olvidos de de su abuela son cada vez más frecuentes y profundos, esta dificultad queda solucionada gracias a la existencia de diferentes materiales en donde se da testimonio de la lucha de Laura, en donde ella misma aparece narrando cómo fue el problema enfrentado por su familia; este tipo de elementos (grabaciones, fotos, documentos) respaldan lo dicho, legitiman el documental, y si se permite el comentario, lo hacen existir. 

La cinta tiene la característica de que al mismo tiempo en que se hace esta evocación a la memoria y a la importancia que tiene el dejar una huella en la gente durante la existencia de cada persona, hace también una denuncia sobre una herida que sigue abierta en el ideario colectivo de la sociedad argentina y latinoamérica en general: los sistemas que imposibilitan la repartición de justicia y las desapariciones forzadas, por mencionar sólo un par de ellas. 

Quizá el único problema es que a pesar de la distancia que intentó marcar, la documentalista se vuelve parte del documental, transmitiendo la carga emotiva que está experimentando, centrando, por momentos, esta cuestión y dejando de lado la investigación y denuncia. 

Tiempo suspendido es un documental en donde lo principal es la memoria, a pesar de la pérdida de la misma que sufre su protagonista; parte de una historia que nace del núcleo de una familia para recordarnos que a nivel social y hasta continental, hay razones de sobra por la cuales es necesario tener presenta la historia y que aún hay luchas que no pueden quedar en el olvido tan fácil.

Tiempo suspendido, Natalia Bruschtein, México-Argentina, 2015, 64 min.


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