Por: Manuel Hernández-Samperio.
La vida después de la muerte y la idea de poder comunicarse con alguien que ha muerto, por lo general, le causa al ser humano gran fascinacion; ese querer saber sobre lo desconocido, o lo que no puede
controlar ha sido una idea que se ha arraigado en diferentes culturas,
dando paso a figuras como los "mediums" quienes son personajes que
precisamente se encuentran en medio de las relaciones que los vivos y
los muertos pudieran entablar. Sobre este concepto Olivier Assayas
fundamenta su más
reciente filme: Fantasmas del pasado, dando paso a un thriller que
busca reflexionar sobre la vida y la forma en que estos personajes
(mediums) se adaptan a su capacidad.
Maureen( Kristen Stewart) es una joven inglesa que vive en París,
ahí ha encontrado un trabajo en algo denominado "comprador personal",
lo cual consiste en hacer las compras de la gente que por sus
ocupaciones o su fama no puede llevar una vida "normal", en este caso
trabaja para Kyra, una famosa actriz.
Sin
embargo, la vida de Maureen no es como la de la mayoría, pues tiene el
don de
comunicarse con los muertos, igual que su hermano gemelo, quien
acaba de morir. Al poco tiempo de esa muerte ella comienza a recibir señales y comienzan a sucederle cosas que rozan lo sobrenatural. Ante la incertidumbre intentará descifrar lo que ocurre.
La propuesta de Assayas parte de plantearnos el mundo de lo sobrenatural a través de la figura de Maureen, quien desde la primera secuencia nos demuestra que está buscando inmiscuirse y, sobre todo, entender ese mundo al que su hermano ha partido. Pero al mismo tiempo va entrelazando a alguien que la acosa a través de su celular y que al parecer tiene mucha información personal, lo cual buscará aumentar los momentos de suspenso en la trama.
El manejo de la cámara
es de remarcarse, sobre todo en los interiores, pues el director sabe
darle diferentes tiempos a cada escena y cada movimiento que realiza, en
estos lugares también realiza seguimientos en donde vemos cómo la cámara
se pasea por la casa, mientras alguno de los personajes realiza alguna
actividad. Uno de los sellos del autor es el uso (casi extinto) del fade
para hacer sus transiciones, elemento que sigue mostrando a lo largo
del montaje.
Sin embargo, el guión, hace tropezar a la trama planteada, pues en buena parte de la misma tarda en avanzar, alargando los momentos previos a un punto de tensión significativo, lo cual va cansando al espectador, dicho sea de paso, la película no es propiamente una cinta de terror, pero sí se habría esperado que se manejaran de mejor forma los tiempos, para aumentar el suspenso
En la cuestión de los personajes tenemos que la historia cae totalmente en Maureen,
interpretada por Kristen Stewart, y los demás personajes pasan a un segundo plano y cuya función es simplemente darle algunas herramientas a la protagonista para que vaya avanzando. Su interpretación da algunos destellos, aunque en la mayor parte del tiempo, la vemos en el personaje que ha mostrado en la mayoría de las cintas en donde ha actuado, mostrándose inexpresiva, o en su defecto, con una cara de sufrimiento a la que difícilmente
vemos cambiar, la mejor parte se muestra hacia el final, en donde su
personaje se encuentra al borde de una crisis y le es exigido ir más
allá.
Fantasmas del pasado, es una cinta con algunos toques de thriller que no logra explotar al máximo, a veces por las actuaciones, pero en la mayoría de las ocasiones es claramente por un problema en el guión, que con dificultades va llevando al espectador por un camino muy largo para justificar los momentos de inverosimilitud. Lo que puede quedar para la reflexión es la pregunta que ha acompañado al ser humano por siglos: ¿existe vida más allá de la muerte?
Fantasmas del pasado, Olivier Assayas, Francia, 2016, 105 min. Con: Kristen Stewart, Lars Eidinger, Anders Danielsen.
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