Por: Masiel Rico Landa
Después de un rotundo fracaso, lo más seguro es que el siguiente paso sea el olvido, sin embargo, The Room (Tommy Wiseau, 2003) rompería con esa tradición al convertirse en “El ciudadano Kane de las malas películas” y adquirir un lugar esencial en la industria del cine de culto.
El éxito de uno de los peores dramas románticos, debía ser, sin duda, un tema tan interesante como para compartir todo lo que existió detrás de ella y es así como el australiano Rick Harper, se encargó de crear el documental Room Full of Spoons.
A lo largo de los 110 minutos de duración, Harper presenta la historia detrás de una de las producciones más relevantes en el cine, mostrando las diversas perspectivas de los involucrados (tanto actores como equipo de producción) e incluso revelando algunos misterios construidos alrededor de The Room y su director.
La narrativa eficaz y fluida del documental, permite que el espectador comprenda el progreso de la película estadounidense, guiándonos desde el proceso de producción, pasando por su estreno e impacto en la audiencia, llevándonos hasta el momento cumbre de The Room e incluso mostrando los conflictos que surgieran entre el director y su equipo.
Las entrevistas a los actores son sin duda elementos clave pues, no sólo muestran su perspectiva sobre la película, sino que también permiten conocer un poco más de la personalidad, un tanto excéntrica, de Tommy Wiseau así como el desarrollo del que probablemente sea su proyecto más relevante en la industria cinematográfica.
Lleno de momentos cómicos e interesantes, Room Full of Spoons también brinda la oportunidad de conocer la forma en que inesperadamente The Room se convertiría en un filme muy exitoso y los motivos por los que se ganaría un lugar especial en el cine de culto. En este punto, considerar las intervenciones de los fans del filme ha sido un elemento fundamental que Rick Harper utiliza de manera efectiva pues no sólo muestra opiniones de los seguidores sino también permite al público entender el ritual que implica para muchos ver la cinta y así comprenderla, incluso sin haberla visto previamente.
Por otra parte, el uso de la tecnología, es otro aspecto plausible del documental pues a pesar de que el director no pudiera filmar a algunos involucrados, utilizar video llamadas para incluirlos, presenta el uso de alternativas de realización y al tiempo, complementa y fortalece la intervención de los actores y el equipo de producción.
Es así como este documental nos muestra un poco más de la historia de una de las películas más relevantes de la industria y al mismo tiempo permite que ésta siga presenta en la mente de las audiencias, justamente por ser la peor de las mejores películas.
Room full of spoons, Rick Harper, Canadá, 2016, 113 min. Con: Juliette Danielle, Robyn Paris, Kyle Vogt.
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