jueves, 29 de septiembre de 2016

Los huérfanos de la guerrilla. Alias María.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

Por más de 50 años la guerrilla en Colombia fue un tema que los ha azotado como sociedad, dividiendo a la gente y sembrando miedo entre los pobladores. A pesar de su exposición mediatica y de que el tema era conocido a nivel mundial, en el arte cinematográfico poco se ha hablado del tema. Y ha sido en los últimos años en donde ha recobrado una fuerza por las temáticas o las historias que puede desarrollar en torno a ella. Aparentemente los líderes de ambos bandos comienzan a ponerse de acuerdo y se buscará llegar a un acuerdo para firmar la paz. Mientras eso sucede, han sido fuente de inspiración para una cinta como Alias María dirigida por José Luis Rugeles.

María es una niña de 13 que se encuentra en las filas de los ejércitos rebeldes. Vive día a día con la constante amenaza de ser descubierta y atacada por paramilitares o militares que buscan acabar con el movimiento armado. Le ha sido encomendada una tarea llevar al bebé recién nacido del líder hasta algún pueblo cercano en donde la vida del niño no corra peligro. Para esta misión le acompañarán tres soldados más con quienes escolatarán al bebé para llegar sano y salvo.

De esta forma se inmergerñan en la selva buscando realizar la tarea sabiendo que el camino estará lleno de peligros a los cuáles tendrán que enfrentar y ocultando, además, su propio embarazo, pues en caso de que los demás se enteren de su situación la obligarán a deshacerse del hijo que está esperando.

Alias María es una cinta que llega en los tiempos en los que se busca firmar una tregua permanente entre los grupos guerrilleros y el gobierno; en su trama se nos muestra la manera en que la vida de los pobladores y quienes han estado en el proceso en carne propia, se ha modificado para estar constantemente a la defensiva y alerta.

Nos encontramos ante un thriller que choca y se nutre de la realidad, en donde para los grupos guerrilleros lo más importante es el movimiento, y en donde todo lo demás pasa a segundo plano. En la misión que tienen de llevar al bebé no sólo conoceremos algunos de los ideales de la guerrilla, sino que el director tiene gran capacidad para sumergirnos dentro de la selva colombiana y hacernos partícipes, gracias a los movimientos de la cámara, del viaje que se está realizando, como testigos cercanos. Esto se logra gracias a que la cámara va jugueteando y combinando los planos largos con varios cortes, logrando así alcanzar buen ritmo para ir desentrañando la historia que se nos plantea.

Para complementar esta experiencia de meternos a la selva el sonido está bien desarrollado, se emplean en buena forma los diferentes canales de audio, logrando que el ambiente de la selva rodee a toda la sala, escuchando animales o armas que se mueven por la espalda del público, dando mayores elementos para considerar la relación del campo-fuera de campo que se desarrolla con la imaginación del espectador.

El guión nos propone una historia que va deambulando entre acciones que podrían aparecer clichés y momentos en donde se toma la libertad de sorprender al espectador, no a base de giros en la trama, sino llegando a esos clichés en los momentos menos pensados, lo cual, finalmente, provoca esos pequeños giros ya mencionados.

Las actuaciones están bien logradas, aunque debe decirse que pudieron aportarle más a la trama, si bien cada uno de los personajes cumple con su papel, reaccionando en buena forma a lo requerido, también queda la sensación de no logran conectar y transmitir las sensaciones esperadas, especialmente en los momentos de mayor tensión y en específico el caso de Karen Torres, quien encarna a María, es ella quien queda un tanto inexpresiva, lo cual dificulta un poco la credibilidad en su papel. Sin embargo, conforme va avanzando la vemos adentrarse en su papel, siendo su momento cumbre cuando se va asomando hacia el final.

La fotografía también es de rescatarse, pues durante la cinta se utiliza lo mínimo para iluminar, echando mano de la luz natural, lo cual le da mayor verosimilitud a cada una de las escenas, esta característica puede notarse en las tomas desarrolladas en la noche o en los amaneceres, aunque es una constante. Como ya mencionamos, esto le da mayor realismo a la trama.

Alias María es uno de los pocos retratos que han desarrollado los colombianos sobre el conflicto que les ha costado varios cientos de miles de muertos. Nos va adentrando, poco a poco, en la vida de las personas que de alguna u otra forma son víctimas de la violencia, sin importar de qué lado están, para llevarnos hasta un final que irónicamente es abierto, pero nos deja sólo una salida posible, este final es abrumador y justo con él, inicia la reflexión.

Alias María, Jorge luis Rugeles, Colombia-Argentina-Francia, 2015, 91 min. Con: Carlos Clavijo, Anderson Gomez, Karen Torres, et. al.


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