viernes, 5 de febrero de 2016

Comenzar de nuevo, una y otra vez. Brooklyn.


Por: Manuel Hernández

La migración hacia tierras estadounidenses se ha dado desde prácticamente todo el mundo y por las más diversas causas, siendo quizá la más sonada la del desempleo, miles de migrantes llegan a pesar de los intentos políticos por detener algo que, ellos mismos han provocado. 

Brooklyn arranca ahí. Eilis, una joven irlandesa que se enfrenta a no tener un trabajo estable, a pesar de us inteligencia, logra, a través de su hermana, encontrar un trabajo y un lugar para vivir en Estados Unidos, para ser precisos en esta parte de Nueva York, abandona a su madre viuda y a su hermana y emprende lo que será una nueva aventura para conseguir ganarse la vida. 

En suelo estadounidense y tras enfrentar el choque cultural y la depresión que trajo consigue, Eilis comienza a encontrar las oportunidades que le ofrece el nuevo lugar en donde vive, va a la escuela y conoce a un muchacho de ascendencia italiana con quien comienza a salir, sin embargo, un suceso inesperado la hará volver a Irlanda, en donde tendrá tiempo para reflexionar qué es lo que quiere de la vida, en dónde quiere estar y con quién quiere estar. 

La temática del "sueño americano" es uno de los tópicos favoritos para la sociedad estadounidense, en esta ocasión lo hacen de la mano de los irlandeses y a través de una mujer que en los años cincuenta encuentra oportunidades, claro trabajando duro y estudiando, para salir adelante.

La actuación de Saoirse Ronan es espléndida, es probablemente, junto a algunos paisajes irlandeses, lo que más resalte en la pelicula, el personaje le exige que afronte cambios de humor y sensaciones que van de un extremo a otro y en todo momento logra salir avante con esa tarea. 

La historia muestra varias cuestiones interesantes antes de caer en lo que hemos visto cientos de veces de las películas hollywodenses; la mujer que sale por falta de oportunidades para insertarse en una sociedad que tampoco logra definirse, a donde han llegado personas de todo el mundo y en este nuevo territorio se siguen segregando, agrupando por el lugar de procedencia e incluso desarrollando ciertos odios entre sí, es una buena radiografía. 

Después se da un giro para convertirlo en una historia romántica en donde se hace imperativo tratar de adivinar lo que decidirá Eilis para su futuro: la comodidad o la incertidumbre de algo nuevo. 

El diseño de vestuario es bueno, muestran al espectador la manera en que han evolucionado ciertas prendas y la forma de usarlas, sin embargo, en cuanto a la ambientación, muchas veces se ve un poco falsa, revelándose que el Brooklyn que estamos observando es obra de una escenografía, más que de la forma en que estaba en ese tiempo. El resto del reparto hace un buen trabajo, la iluminación también es buena, pero tampoco llega a ser trascendental para el curso de la historia. 

Es una buena película, con una historia que a pesar de que su premisa se ha contado en innumerables ocasiones, logra mantenerse fresca gracias a la actuación de Ronan, en quien dicho sea de paso, recae todo el peso de la trama. 

Brooklyn. Un nuevo hogar de John Crowley, Irlanda-Reino Unido-Canadá, 2015, 111 min. Con Saoiise Ronan, Emory Cohen, Domhnall Gleeson.


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