lunes, 14 de diciembre de 2015

Punk para salir de la adolescencia. Somos Mari Pepa

Por: Manuel Hernández

La adolescencia puede ser uno de los procesos más complicados por los que el ser humano atraviesa, hasta hace unos años no era reconocida como una etapa y simplemente las sociedades exigían que el paso y la obtención de responsabilidades fuera un cambio abrupto. Este es el eje principal de Somos Mari Pepa.  


Alex, un joven de 16 años tiene una banda con sus amigos de la prepa. Tiene como objetivo crear una canción para poder entrar a un concurso de bandas roqueras y ganar popularidad en el ámbito, sin embargo, la edad y algunas de las responsabilidades que ello conlleva les hará ponerse a reflexionar sobre la posibilidad de la existencia de la banda. 

Además, en su casa, la única relación que tiene con algún familiar es con su abuela, quien comienza a padecer de algunos problemas de la memoria, lo cual lo hará replantearse qué es lo que espera de la vida.  

Realizada claramente de manera independiente, la propuesta de Somos Mari Pepa retoma un tema tan universal que cualquiera podría sentirse identificado con alguno de los personajes y los problemas por los que van atravesando. Este elemento puede ser el porqué de toda la travesía que ha realizado por diferentes festivales, los premios que ha logrado y que después de casi tres años de su culminacióin sea presentada en los cine mexicanos, con un recorrido en lugares igualmente independientes y alternativos. 

La película tiene la peculiaridad de que a pesar de ser una temática "sencilla" está bien contada, por lo cual permite al espectador entender y transportarse al mundo de los jóvenes. Cuenta con buenas actuaciones, y a destacar el detalle de que los intérpretes no son actores profesionales. Además, el guión plantea algunas escenas que permiten que haya una empeatía con las gente que ve la película, ya que narra desde situaciones cómicas hasta algunas partes más dramáticas y en todas ellas se logra, a través de los personajes, un ambiente de credibilidad 

La inclusión de una cámara que porta el personaje principal y cuyas tomas son consideradas dentro de la edición, ayudan a darle mayor verosimilitud a la historia, de alguna manera es integrar al espectador dentro de las acciones y por lo mismo es interesante ver que el punto de vista puede interferir dentro del lenguaje cinematográfico utilizado por el resto del filme. 

El ritmo, que va de la mano con la edición y el montaje es bueno, la historia tiene la facilidad de integrarte en ella para ir conociendo la vida de cada personaje, sin embargo, por momentos ya hacia el final parece que comienza a naufragar en el seguimiento del personaje principal y la búsqueda de lo que realizará en su vida por el resto de su vida para llegar a un acontecimiento, que si bien, es previsible, le dará un giro a las cosas que se han ido contando hasta ahí. 

La música, parte esencial de la historia es un punk bastante pegajoso que termina por agradar y quedar grabado en la mente del espectador, además este elemento se usa en ocasiones indispensables, lo cual también es un punto a favor de la historia.

Somo Mari Pepa es, en general, una buena propuesta, la respaldan infinidad de selecciones oficiales y reconocimientos, es adentrarse y conocer o re-conocer una parte de la vida en la que todo el mundo ha tenido que preguntarse qué es lo que viene después, cuando parece ser que los amigos se van y uno aún no decide el tumbo a seguir. Una propuesta agradable.

Somos Mari Pepa de Samuel Kishi Leopo, México, 2013, 95 mi. con Alejandro Gallardo, Arnold Ramírez, Moises Galindo, et. al. 




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