viernes, 23 de octubre de 2015

Una problemática añeja. Violencia

Por: Manuel Hernández Samperio

 Tres historias diferentes en donde los protagonistas se topan de frente con un antagonista común: la violencia. Un hombre secuestrado, un joven sin empleo y un líder guerrillero enfrentan esta problemática desde su punto de vista e invitan al espectador a reflexionar sobre esta problemática que aqueja no sólo a la Colombia, de donde es oriundo el director Jorge Forero, sino a toda Latinoamérica. 

En general el diseño sonoro y la fotografía de la película están bien desarrollados y cumplen con la intención que le ha querido dar el director, de crear suspenso y de no enseñar el total de la escena para dejar que el espectador complemente esos pequeños huecos. 

Por otra parte, tiene la capacidad de reinventarse en cada una de las historias, por lo cual sería bueno detallar cada una de ellas. 

En la primera el ritmo es lento, no hay un solo diálogo, sin embargo, queda de manifiesto que esto es para que la violencia ocupe el lugar de protagonista que le corresponde. Los planos son largos, los pocos movimientos de cámara son sutiles y contribuyen al ritmo que lleva. Sin embargo, los pocos diálogos y estar en medio de una selva y sus sonidos provocan una monotonía que puede jugar en contra de la paciencia del espectador. Hay una parte en donde la cámara se sumerge en un río y el diseño sonoro logra que la escena sea óptima. 

En la segunda historia, la cual considero que es la más estética, propone seguimientos del personaje principal por el centro de la ciudad, convirtiéndola en un personaje más de la historia y evidenciando que aún en diferente lugar las diferencias con urbes como las que tenemos en México sin mínimas. Además de emplazar la cámara desde una montaña poblada, en donde se muestra no sólo la explosión demográfica sino que da una panorámica de la ciudad bastante estética. 



La tercera historia tiene también algunos juegos con la cámara y es quizá donde se muestra sin ninguna condescendencia para el espectador el planteamiento del personaje es lo que hace que la historia tenga un peso y un punto de tensión interesante. 

En general la película es buena, si uno es paciente durante la primera historia, puede encontrarse con una realidad que lleva años aquejando a muchos países y que en este caso, con la forma de narrar invitan al espectador a reflexionar sobre el tema. 

En su circuito de festivales, llegó primero a Berlín, Istanbul Film Festival 2015 y el Riviera Maya 2015.

Violencia de Jorge Forero, Colombia-México, 2015, 75 min. Con Rodrigo Vélez, David Aldana y Nelson Camayo.



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