jueves, 13 de agosto de 2015

Desenterrar las "Cenizas del pasado"

Por: Manuel Hernández Samperio

Dwigth, (Macon Blair) un indigente que vive exiliado de su pueblo natal gracias a un conflicto entre familias recibe una noticia de su pasado: el tipo que paga una condena por la muerte de sus padres será liberado. Esto lo impulsa a regresar con un solo objetivo en mente: venganza. 

Si bien Dwigth no es un matón experto y a veces su torpeza le complica las cosas, tiene claro que no descansará hasta lograr su cometido. Sin embargo, sus planes se tornan problemáticos cuando se da cuenta que al hacerlo pondrá en riesgo la vida de su hermana y sus sobrinas y es la intención que tiene por protegerlas lo que va complicando la historia hasta llegar a un punto en donde la tragedia es la única salida. 

Con una temática simple, pero con acciones que van aumentando el grado de suspenso conforme avanza la historia , Jeremy Saulnier, director y guionista del filme, logra mantener al espectador pendiente de la suerte de este inexperto vengador, pues sabemos lo que sucederá, pero no sabemos cómo ni cuándo. 

El guión está aderezado de un humor negro, otras veces involuntario los cuales hacen que la historia se vaya contando sin sobresaltos, aunque eso sí, con algunas escenas que pueden resultar clichés de este tipo de películas, como mirar y esperar por la ventana o con algunas acciones inverosímiles como caminar normal cuando le han disparado en la pierna. Aunque es de destacar que no se tiene ninguna duda para mostrar a cuadro algunas escenas violentas, lo cual aumenta la crudeza de la trama. 

La fotografía, que en buena parte es sombría ayuda a vestir a los personajes, se acomoda perfectamente con la intención que busca y la selección de colores fríos apoya muy bien la cuestión de la venganza, la cual irónicamente dicen muchos, es un plato que se come frío. En otras ocasiones, sobre todo en interiores, se maneja la ausencia de luz como un plano más que apoya a la creación de tensión. En cuanto al diseño sonoro, si bien es una película en donde se manejan muy bien los silencios, éstos son acompañados de música incidental que termina de crear suspenso.  

Las actuaciones son buenas, sin llegar a ser excelsas, y acompañan una dirección de cámara que si bien no experimenta mucho, sabe moverse cuando es necesario y mantenerse fija cuando es requerido, lo cual viene a complementar las actuaciones y a determinar que el producto, en su conjunto, sea una buena historia, con un final que dejará en el espectador una sensación de tensión, aún después de que aparezcan los primeros créditos en pantalla. 

Cenizas del pasado (Blue Ruin), de Jeremy Saulnier, E.U.A, 2013, con Macon Blair, Devin Ratray, Amy Hargreaves, Kevin KolackEve Plumb, David W. Thompson, et. al.  

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